jueves, 20 de octubre de 2016

Machismo y acoso

No, ella no se ha vestido con la falda corta para provocarte.
Ella tampoco debería tener miedo de ir sola por la calle de noche, y de tener que "avisar cuando llegue".
No, Laura no es una guarra por acostarse con los hombres que ella quiera.
Azahara no debe dar explicaciones de por qué no quiere ser madre.
María no amamanta en público para que tú le mires los pechos.
Ruth no baila en la discoteca para que todos la miren.
Judith no tiene por qué pasar primero por la puerta gracias a la caballerosidad del hombre, ni esperar que él le retire la silla en el restaurante.
Rebeca, que tan sólo tiene cinco añitos, no debe recibir cocinitas ni bebés como práctica para el futuro, para ser una buena mujer.
Esperanza no tiene por qué callar ante los "piropos" que le suelte un desconocido por la calle; no es un alago.
Susana no se ha pintado los labios de rojo putón.
Carlota no se ha "pintado como una puerta" para que tu la mires más.
Estrella, siendo prostituta, no la convierte en tu esclava.
Nerea no tiene por qué darte explicaciones de cómo va vestida; es tu pareja, no es tuya.
Belén ha dicho no, y no ha querido decir que sí.

Belén ha vuelto a decir que no, y tu ya has dejado de ser un hombre.

jueves, 13 de octubre de 2016

12 de Octubre, la eterna división

¿Por qué celebramos el 12 de Octubre? ¿Para rememorar el "descubrimiento" de América? ¿Para ensalzar La Hispanidad y lo que significa? ¿Como excusa para no ir a trabajar?
En realidad todo eso... y nada. Últimamente celebramos este día para que defensores y detractores de esta fiesta se tiren los trastos a la cabeza, para seguir infundando odio entre la derecha y la izquierda, entre los que sacan la bandera a pasear con todo el orgullo y los que no, los que se sienten más patriotas por emocionarse al ver al ejército y los que no les interesa.

Ayer se celebró el paraguas de Cifuentes, la no asistencia de Podemitas, el atuendo de la reina, el saludo Rajoy-Susana Díaz, celebramos nimiedades.

Cómo explicar que no es más español el que sube la bandera de España a redes el 12 de Octubre pero el resto del año no contribuye a construir un país mejor; que no se trata de colores ni de telas, que no existe una "españolidad", que todos queremos un país justo y libre. Que es igual de español el de derechas y el de izquierdas; el sargento, el barrendero y el pintor; el alcalde y el indigente, el que ondea la rojigualda y el que lo hace con la tricolor, el catalán y el castellano, el que va a la fiesta y el que no está de acuerdo con ella. Ninguno es más español que otro, aunque dediquéis mucho tiempo a intentar que pensemos lo contrario.

Entended que luchar por tu país, porque los seres que lo habitan lo hagan de la mejor manera posible, fomentar la igualdad en todas sus expresiones, las libertades, y la justicia, también es ser patriota, y amar tu patria. 

Y es que esta fiesta no sólo se cimienta sobre un hecho histórico un tanto escabroso y que cambió el rumbo de todo un continente para el interés de un imperio déspota, etnocéntrico y racista, sino que también se basa en una idea tomada de la dictadura sobre unos supuestos valores patrios superiores y de tintes imperialistas. Dónde quedó aquella idea de Hispanidad prefranquista basada en el hermanamiento de las repúblicas de habla hispana, de fraternidad entre pueblos y de lucha por la paz, después de una historia de guerras.

Esa es la fiesta que quiero para mi país. Una en la que importe menos la fecha en la que se celebra e importe más el sentido, una fiesta que aporte y no que reste grandes fondos de las arcas públicas.
Una fiesta donde todos se sientan representados, donde no se rivalice, no se odie, y sirva para unirnos y construir un país mejor.

Y recordad que es igual de español el que va al desfile del 12 de Octubre que el que va a una huelga a exigir sus derechos.

sábado, 8 de octubre de 2016

Redes sociales y la excesiva positividad

Las redes sociales se han convertido, en poco tiempo, en el eje de la vida de las personas. Si, digo eje y central. Nos levantamos mirando twitter, hacemos el descanso del trabajo ojeando facebook y nos preparamos un rico y bonito plato para subirlo a instagram y después, si eso, comérnoslo.

Ayer fue el día internacional de la sonrisa, y os invito a todos a que sonriáis, ayer, hoy y cada día, siempre con algún motivo. La sonrisa suele implicar felicidad, despreocupación, alegría o vitalidad al que la desprende, e incluso al que la recibe, como una muestra de agrado. 
Pero, ¿por qué mentimos cada día a las personas de nuestro alrededor?. Me refiero a mentir a través de una pantalla, a Whatsapp. Cada día escribimos decenas, centenas de "jajaja" a nuestros amigos y familiares, dando un feedback irreal, dando a entender que nos estamos "muriendo de la risa" y en realidad nuestra cara no ha movido ni un solo músculo, ni lo más mínimo.
Cada día nos vemos bombardeados en redes por mensajes de positividad, de empezar las mañanas bailando, de trabajar sólo alegremente, de dibujar un halo a nuestra vida de felicidad y una cierta pedantería que a mi me tiene sorprendido.
Sorprendido porque son esas mismas personas que después te encuentras por la calle y no paran de quejarse sobre su vida, sobre sus trabajos, sus sueldos, sus rutinas y sus fines de semana vacíos. Y es curioso, te los imaginas tirando el despertador cada mañana con una mano mientras con la otra suben un mensaje positivo a las redes con su café de fondo.

Las redes sociales nos han hecho levantar un poco los pies del suelo, contemplar el mundo desde unos ojos que a veces parece que no son los nuestros. Mi impresión es que pretendemos dar una imagen de nosotros mismos de personas totalmente felices, motivadas, ilusionadas por todo... y eso no es creíble.
Lo importante en la vida no es ser feliz, si no ser realista. Adaptarse a las situaciones que vamos viviendo con las emociones adecuadas, aprender a reconocerlas, gestionarlas y expresarlas de manera natural.
Si dulcificamos todo, corremos el riesgo de no ser capaces de reconocer y actuar en situaciones de tristeza, miedo o ira y con ello, nuestra conducta social física podría pasar por extraña, rara o excéntrica en el mejor de los casos.

(Para los que estén pensando: aquí viene el tío que más usa las redes sociales a contarnos bobadas; si, no me excluyo, la autocrítica nunca es una enemiga)

Sonriamos, lloremos y gritemos, a su debido tiempo. La mejor forma de vivir es sintiéndonos vivos.