martes, 17 de abril de 2018

Aliste, Rajoy y la capa de la vergüenza

No soy de Aliste, usted tampoco. Yo no he hecho nada para merecer una capa alistana pero usted desde luego tampoco.

Yo, al menos, podría cantarle varias canciones populares de Nuez o de Puercas, reconocer una gaita tocando una jota de Palazuelo de las Cuevas y sabría explicarle a usted qué son "Los Carochos" de Riofrío.

Podría decirle qué se siente al escuchar a lobos ibéricos y qué influencia ejerce este animal en la comarca y en todo el noroeste de la provincia, cómo es el traje regional alistano y lo que significa la palabra magosto, aunque siendo usted gallego a lo mejor ésta última no hace falta explicarla.

Le diría que no soy de allí, no soy alistano nativo aunque haya sudado su traje típico durante 20 años en España entera y en parte de Europa.

También sabría explicarle cómo Aliste ha ido mermando a una velocidad espantosa, cuántos niños nacen en este interior al que viene usted a charlar sobre despoblación como si supiera qué es eso, como si conociera de primera mano toda esa pizarra y piedra que, harta de estar desocupada, se cae a pedazos.
A los de su bando siempre les preocupó más el ladrillo.

Escucho la realidad de los alistanos a diario no como usted que viene a un teatro protegido por policías para que no oiga las verdades de los que se manifiestan en las calles aledañas.

Lo que no sabría explicarle muy bien, Mariano, es por qué usted ha recibido en su espalda el legado en el que se refleja una tierra parda, y en el que hemos aprendido a mirarnos todos los zamoranos para sentirnos parte de un mismo todo; hijos, hermanos y padres de este lugar al que usted y los suyos han dado la espalda toda la vida.

Qué es lo que ha hecho usted por los actuales 7000 y pico habitantes de Aliste y extrapolando esta prenda a símbolo provincial por los 170.000 que ocupan Zamora.
¿Qué tiene de zamorano y por qué merece una honra?

Quizá la diferencia entre usted y yo sea que yo no tengo en mi mano la posibilidad de revertir este proceso de vaciamiento y usted sí aunque desde luego a mi me preocupe bastante más.

Hoy más que nunca necesitamos tener recursos materiales e inmateriales que nos vinculen a Zamora, que mantengan vivo el recuerdo de quiénes somos ya que, si te has fijado un poco, esta provincia se muere, la matáis y la matamos.

Como quien lleva flores a la tumba en memoria de sus antepasados nosotros utilizamos el folclore, la conservación de fiestas tradicionales, la oralidad, la vestimenta... etnografía de ayer para no perdernos en una actualidad rural asfixiada y así no olvidarnos de nosotros mismos.

El mundo rural que hoy está vacío te agradece su asesinato honrándote con un signo de arraigo y raíz, ejemplo de cómo se puede vender algo tan valioso como el pasado por una gloria inexistente y una promesa que no va a llegar nunca; besar la mano de quien no solo no te da de comer si no que lleva 40 años quitándote hasta las migas.

Qué vergüenza ver cómo en el año 2018 seguimos rindiendo pleitesía como verdaderos vasallos de épocas feudales.

Vuestras políticas de verdugos han machacado tierras como la nuestra que tiene que aguantar que vengáis a hablar dos escasas horas sobre despoblación como si los entendidos fuerais vosotros y tuvierais alguna idea de lo que es vivir en una localidad donde hace más de 20 años que no nace nadie y ve cómo todo su alrededor emigra o se muere. Aquí no nos queda otra posibilidad que esas dos, emigrar o morir.

Dos horas es suficiente para esta gente para ahondar en un tema tan grave como la despoblación que sufren muchas provincias de España. Una charla entre amiguetes que versa del 80% del territorio del país que ellos controlan pero que solo ocupa un escaso 20% de personas. La garantía de que los niños reciban una educación en las mismas condiciones o que la sanidad llegue a todos los rincones de la misma manera ya si eso lo comentáis en el bar del congreso.

Pero le ponemos una capa de honor, un premio a la ineptitud y la ceguera, a la venta del campo, al olvido no solo en los presupuestos si no también en la vida política general. El abandono de la tierra hoy se te compensa y tú no sabes ni lo que te llevas a tu casa.

Bendita mujer que gritó a las puertas del teatro Ramos Carrión que Aliste había sido humillada, la habéis humillado entre todos los que os prometéis salvadores, cuando los verdaderos superhéroes no llevan capa y son más anónimos.

No creo que merezcas esa capa parda al igual que no creo que merezcas el aprecio de un pueblo que muere y que a tres señores les ha dado igual vender su dignidad al peor postor con tal de vivir solo dos horas más.